Mientras los titulares del hemisferio norte gritan “guerra”, los viejos manuscritos susurran “esperanza” para los paises del sur como las profecias para Colombia durante este 2026
Existe una extraña sincronía que pocos investigadores del misterio han notado. Separados por 400 años y un océano de distancia, el médico francés Michel de Nostradamus y el pintor argentino Benjamín Solari Parravicini parecen haber visto la misma “película” para la mitad de la década de 2020. Pero, a diferencia de la narrativa apocalíptica habitual, sus visiones para Sudamérica —y estratégicamente para Colombia— no son de destrucción, sino de refugio, renacimiento y liderazgo espiritual.
En registrosdelmisterio.com, y las profecias para Colombia durante este 2026 hemos cruzado las famosas Centurias con las enigmáticas psicografías del profeta argentino para presentarte una tesis audaz: El 2026 no es el fin del mundo, sino el momento en que Colombia y la región andina encenderán la luz que guiará a la humanidad restante.
¿Estamos preparados para asumir el rol de “El Arca de Noé” del siglo XXI segun las profecias?
1. La Profecía del “Faro del Mundo”: La visión de Parravicini
Benjamín Solari Parravicini (1898-1974), a menudo llamado el “Nostradamus de América”, es famoso por haber predicho con exactitud la caída de las Torres Gemelas, la carrera espacial y la cibernética. Sin embargo, su legado más importante para nosotros es su insistencia en el papel de Latinoamérica.
En una psicografía de 1972, Parravicini escribió:
“Latinoamérica, hogar mundial. Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador… Caminante, tú que observas, ve hacia el sur. Allí la tierra no temblará con el fuego del átomo, sino con el amor de Cristo.”
El Análisis Serio para 2026
Mientras Europa y Estados Unidos (“el Norte”) enfrentan tensiones geopolíticas crecientes (Rusia-Ucrania, OTAN, crisis energética), Parravicini visualizó que el eje del poder mundial colapsaría en el norte para renacer en el sur.
Para el ciclo que abarca 2026, los estudiosos de Parravicini interpretan que Colombia dejará de ser vista como una nación problemática para convertirse en un santuario. La predicción sugiere que la “salvación” no es solo física (alejarse de posibles conflictos nucleares), sino moral. Colombia, como “crisol de razas”, sería el laboratorio donde se geste una nueva sociedad basada en la solidaridad y no en el consumo.
2. Nostradamus y la “Tierra del Nuevo Sol”
Nostradamus, aunque eurocéntrico, hizo referencias crípticas a las tierras más allá de las Columnas de Hércules (el Atlántico). En la Centuria X, Cuarteta 74, leemos:
“El año del gran séptimo número pasado, Aparecerá en el tiempo de los juegos de la matanza, No lejos de la gran edad milenaria, Que los enterrados saldrán de sus tumbas.”
Muchos asocian esto con el “fin de los tiempos”, pero otros intérpretes, como Jean-Charles de Fontbrune, sugieren que “los enterrados” se refiere a culturas ancestrales y sabidurías olvidadas que resurgen.
La Conexión Colombiana
¿Qué tiene que ver esto con Colombia en 2026? La revalorización de lo indígena y lo ancestral. Nostradamus habla de un “renacimiento” que viene de tierras cálidas y ecuatoriales. Colombia, ubicada en el centro del mundo (Ecuador geográfico), encaja con la descripción de las tierras que permanecerán fértiles mientras “el hielo cubre el norte” (una posible metáfora de una crisis económica o climática en Europa). El “positivo” aquí es inmenso: Soberanía Alimentaria y Energética. Mientras el mundo lucha por recursos, Colombia, bendecida por su geografía, vería un auge en su agricultura y biodiversidad, cumpliendo la visión de ser la despensa que alimenta a las naciones hambrientas de paz.
3. La Psicografía de la “Cruz Orlada” y la Unión de los Andes
Parravicini dibujó insistentemente la “Cruz Orlada”, un símbolo de unión espiritual, y profetizó:
“La Argentina tendrá su hora… y América del Sur será la cuna del nuevo hombre. El hombre gris triunfará.”
Aunque el “Hombre Gris” se asocia a Argentina, la “cuna” abarca toda la cordillera. Para 2026, la interpretación sociopolítica es fascinante: Se predice una integración latinoamericana sin precedentes. No hablamos de política partidista (izquierda vs. derecha), sino de una integración de supervivencia. Colombia, con su acceso a dos océanos, sería el puerto y la puerta de esta nueva alianza.
¿Un futuro de prosperidad?
Si las economías del norte se estancan (estanflación), el capital extranjero buscará “puertos seguros”. Según estas visiones, el capital fluirá hacia el sur, no para explotar, sino para construir. Esto podría significar para Colombia una era de industrialización verde y desarrollo tecnológico acelerado, impulsado por la necesidad global de proteger el Amazonas. Puedes leer más sobre estas zonas protegidas en nuestro archivo de lugares sagrados.
4. El Factor Astrológico: 2026 y la Era de Acuario en Pleno
Para que este análisis sea riguroso, debemos mirar al cielo. Nostradamus era, ante todo, astrólogo. En 2026, Plutón estará firmemente establecido en Acuario, y Urano entrará en Géminis.
- ¿Qué significa esto? Plutón destruye lo viejo para construir lo nuevo. En Acuario, favorece lo colectivo, la tecnología y la humanidad por encima de las corporaciones.
- El Beneficio para Colombia: Las estructuras de poder jerárquicas y corruptas (que tanto han dañado al país) están destinadas a caer bajo este tránsito. Se augura una limpieza institucional profunda.
- Urano en Géminis: Favorece la comunicación y el comercio ágil. Colombia, un país de regiones y oralidad, podría experimentar un “Boom Creativo”, exportando arte, música y soluciones digitales al mundo. La “predicción positiva” es que el talento colombiano será la moneda más fuerte del país.
5. La Profecía del Agua: “El Oro Azul”
Tanto Parravicini (con sus dibujos de mares y peces) como Nostradamus advirtieron sobre el agua. Pero donde otros ven sequía, la profecía para los Andes es de responsabilidad.
“Caminante, el agua será sangre, pero en el sur será luz.” (Parravicini, parafraseado de textos de 1938).
Colombia como Potencia Hídrica
En 2026, la crisis hídrica mundial será innegable. La profecía positiva aquí es que Colombia descubrirá el verdadero valor de sus páramos. No seremos invadidos, seremos respetados. Se predice un cambio de conciencia nacional: el colombiano promedio entenderá que vive en el paraíso. Este despertar ecológico traerá inversiones masivas en protección ambiental y turismo regenerativo. El mundo vendrá a Colombia a sanar, convirtiendo al turismo de bienestar en la principal fuente de ingresos, superando al petróleo.
Conclusión: La Esperanza es una Decisión
Al analizar fríamente los textos de Nostradamus y Parravicini, eliminando el ruido del miedo, emerge un patrón claro para 2026: El Norte se enfría, el Sur se ilumina.
Colombia tiene ante sí un destino grandioso. No el de una potencia militar, sino el de una Potencia de Vida. Las profecías no son sentencias, son mapas. Y este mapa nos dice que si cuidamos nuestra tierra y nos unimos como hermanos, el 2026 no será el año del apocalipsis, sino el año en que Colombia finalmente ocupe su lugar como el Corazón del Mundo.
La pregunta no es qué pasará, sino: ¿Estás listo para vibrar en esa frecuencia de cambio? Para entender más sobre cómo prepararte mental y espiritualmente, visita nuestra guía sobre conciencia colectiva y futuro.
